Agosto 25, 2008 (Great Salt Lake, UT)
La travesía
Ya estoy por terminar de leer el libro La travesía del Viajero del Alba o La travesía del Explorador del Amanecer (originalmente en inglés The Voyage of the Dawn Treader) de los libros de “Las Crónicas de Narnia” de C.S. Lewis, y la verdad que me encanta… cada capítulo es una aventura increíble.
A mí me encanta descubrir lugares nuevos, y el libro prácticamente describe las aventuras que yo soñaba con vivir cuando era chico.
Mi amigo del trabajo quería vivir una aventura, y me pregunto si había algo para hacer en Salt Lake City, yo le dije que el lugar más extraño que conocía era el Gran Lago Salado.
Así que decidimos explorar una de las costas del lago saldo y me hizo acordar un poco a los viajes del “viajero del Alba”
Desierto de Sal
Comenzamos nuestra travesía atravesando un mini-desierto de sal daba la impresión de que el piso se movía a medida que caminábamos hacia el agua. Pronto nos dimos cuenta de que lo que se movía eran billones de insectos llamados ‘Salt Lake Brine Flies’.
Para evitar a los insectos empezamos a caminar en el agua. La costa en donde estábamos era súper bajita, el agua no llegaba ni a las rodillas y uno podía caminar por más de media hora hacia el centro del lago y todavía el agua no llegaría a las rodillas.
Rodrigo quería llegar a zona profunda y nadar hasta la Isla de los Antílopes (Antelope Island) pero la zona profunda parecía nunca llegar.
Las Mini-Islas
En el camino nos encontramos con alguna mini-islas a las cuales bautizamos: La Isla pájaro (Bird Island) porque tenía la forma de un pájaro. Las islas gemelas (Twin Islands) por eran dos islitas jutas.
Cuando las vimos los dos (Rodrigo y yo) empezamos a correr para llegar primero a la isla, el llego a la más grande y la bautizo Rigo Island (Isla Rigo), yo bautice a la mina Little Island (Isla Chiquita)
Pronto desistimos de la idea de llegar a algún lado y decidimos volver a la costa y explorar el desierto de sal.
Cementerio de Gaviotas
Ahí encontramos las cosas más extrañas, como el cementerio de gaviotas, donde había miles de pájaros (específicamente Gaviotas) muertos.
Cuando pasamos el ‘cementerio de gaviotas’ empezamos a undirnos en la arena salada. Se hacía difícil caminar.
Siempre que leemos acerca del lago salado aprendemos que no hay vida animal en el agua (mas que algún microscópico cangrejo) pero no muy lejos del ‘cementerio de gaviotas’ encontramos peces de considerable gran tamaño muertos. (como llegaron ahí No lo sé)
En la escuela uno aprende que si uno se pierde en el desierto uno tiene
esperar a la noche y que mirar a la estrella del sur, o a la estrella mayor (depende en que hemisferio estés) Nosotros mirábamos el Saltair (un castillo en ruinas que solía
ser un lujoso centro turístico)
Otra de las cosas raras que encontramos es un auto oxidado, un bote y dos remos, y un cuerpo de una persona de piedra.
Lo más interesante para mí fue los agujeros blancos de sal esparcidos no muy lejos uno del otro. El olor era insoportable, y cuando salimos de ahí el olor vino con nosotros.
La aventura no termino ahí, pero dejo el resto para otro día. No te pierdas las fotos (hace click acá)
http://picasaweb.google.com/hbogado/GreatSaltLake/photo#s5238557781536205746
