Mayo 15-17, 2007 (Roadtrip 2007 - Riverside Area, CA)
La casa de la madre de Patrick esta en Riverside. Una ciudad alejada de la locura de Los Ángeles, pero aun no ajena a ella.
Riverside es la puerta de salida al desierto desde Los Ángeles.
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Patrick llevo su camioneta al taller y aprovecho el tiempo para finalmente tener esa cirugía (por su hernia) que por tanto tiempo venia posponiendo.
El momento había llegado. Patrick me pidió que no vaya al hospital con él. Dijo que iba a ser aburrido, y que la operación no podría llevar muco tiempo.
Su papa estaba alistando la camioneta cuando le pregunte si tenia miedo o estaba nervioso.
“Miedo no tengo, pero un poco nervioso si estoy”
“¿Por que?”
“No se… van a poner cosas dentro de mi viste”
Ya era casi la media noche. El padre, cansado de esperar la llamada del hospital me llama y me dice que vaya con el al hospital.
Él padre se fue a dormir a la sala de espera mientras que yo me quede hablando con el sentado en una silla que estaba en la esquina de la habitación.
El doctor vino y le dijo a Patrick que lo único que tenia que hacer es hacer pis, y después de eso ya se podría ir a casa.
“Bien!” Pensé yo , pero Patrick no tenia ganas de hacer pis... Así que teníamos que esperar a que meara.
La silla donde yo estaba sentado era bien dura, cuadrada, patas de madera con barras de metal. Súper incomoda
Unas horas mas tarde (2 a.m.) Patrick, viendo mi incomodidad, se concentra en mear. Enfocándose en cataratas, canillas abiertas y ríos corriendo, pero nada funcionaba.
Primer dilema: ¿Cómo obligar al cuerpo a hacer pis? ¿Tomando agua? Él ya había tomado como tres litros y nada. Seco como desierto en verano.
Después de varios intentos, Patrick se dio por vencido, solo iba a esperar hasta que su cuerpo quiera hacerlo… Muchas ganas de hablar no tenia, verme a mi luchar contra la silla lo hacia sentir culpable así que se enfoco en observar la bolsa del suero gotear. Gota tras gota… cada una de ellas creaban un pequeño ruido. Para escuchar el ruido de las gotas había que prestar mucha atención… casi olvidándose de todo lo que hay alrededor.
“Esta silla de… porquería!” pensé yo… Si me movía de un lado esta la pared y si me movía del otro esta una mesa con ruedas. Trate de ponerme contra el respaldo pero nada me hacia sentir incomodo. ¡Quiero dormir!
“¡Me meo!” Dijo Patrick exaltado (3 a.m.)ver el suero gotear hicieron efecto y le vinieron las ganas de hacer pis.
Patrick Meó… hizo pis!!!!!
Yo corrí, victorioso por le pasillo del hospital, con las manos arriba en símbolo de aleluya!!! Le dije al doctor que Patrick hizo pis… y le pregunte si nos podíamos ir.
El doctor me mira pero no dice nada… entra en la habitación y haba con Patrick.
Se fija en la orina le pregunta si ya se había tirado un pedo. Patrick se rió pensando que el doctor estaba bromeando. Pero instantáneamente Patrick se dio cuenta que hablaba en serio y le respondió que no, que no se había tirado un pedo. Entonces el doctor le dijo que ni bien se tire un pedo le iba a dar de alta.
Segundo dilema: ¿Como se hace para forzar a un pedo a salir?. ¿Comiendo? Le trajeron un montón de cosas para tomar y comer, pero nada… yo siempre que me río mucho me tiro un pedo, así que trate de decir cosas chistosas, pero nada… (quien puede ser gracioso a las tres de la mañana merece un premio.
El paciente de la cama de al lado había escuchado que si levantaba las piernas de seguro un pedo se le iba a escapar… pero nada.
“Cuando uno no los quiere bien que se hacen escuchar estos pedos” Dijo el vecino paciente.
(5:30 a.m.)
No hay señales de pedos, y ya no sabíamos ni de que hablar… ya no podíamos ni hablar al pedo… (je, je , je un aprueba de que puedo ser chistoso)
Yo estaba cansadísimo… Trate de dormir en la maldita silla pero cada vez que mi cabeza se caía me despertaba abruptamente.
No creo que haya nadie que se ponga tan de mal humor cuando se levanta que yo, con excepción de mi hermana.
Así que me levante, busque al doctor… Yo caminaba por el hospital como si fuera que el doctor me había hecho algo a mi… fue chistoso.
Las enfermeras como que me tenían miedo... pero de esos temores que formulan respeto o autoridad. Ellas me apuntaron al doctor sin decir una sola palabra.
Yo camine hacia el un poco enojado… “Doctor” lo llame con una vos demandante, cuando él se dio vuelta para escucharme no sabia que decirle.
Yo no era el que estaba tirado en la cama con un tajo en la panza, ni era el que estaba trabajando hasta las 6 de la mañana… yo solo era el que no podía dormir bien porque la silla era incomoda.
Solo atine a apuntar a la habitación insinuando que era Patrick quien quería hablar con él.
En la habitación el doctor le dijo a Patrick que si quería irse, que esta bien, pero que lo dejaría mas tranquilo si se hubiera tirado un pedo. (por alguna razón cada vez que decía “pedo”, Patrick me miraba con una sonrisa cómplice en el rostro) (Y no…… Los hombres no maduran, ya deberían saberlo eso)
Patrick salio del hospital, oficialmente, a las 6:30 a.m.
10:00 a.m. el bendito pedo se hace anunciar. Un alivio para todos.
