Los Ángeles
Nos dirigimos a Riverside, donde vive la familia de Patrick… al día siguiente me aventure y acepte la invitación de unos amigos que vivían en Ventura, Moorpark y Malibu (Al norte de Los Ángeles)
Transporte publico: Toda una aventura.
Nos tomo un buen tiempo entender la pagina Web de los trenes de la ciudad… el precio normal para tomar el tren es ¡$25 Dólares!!!
Quedé en encontrarme con mi amigo Ryan y su esposa Miriam, en la estación de Moorpark, para llegar ahí tenia que hacer una combinación en el centro de LA.
Los trenes son de dos pisos como los nuevos trenes que van a usar en Buenos Aires… El interior era como los trenes de larga distancia, un poco incómodos, pero lindos.
Tomó mas o menos 45 minutos llegar a Union Station en el centro de Los Ángeles. La mayoría de las personas que tomaban el tren eran (o parecían) mexicanos.
Union Station parecía un aeropuerto. Había miles de personas entrando y saliendo con equipaje y bolsas por todos lados…
Me acerque a un guarda para preguntarle que debía tomarme para ir a Moorpark, el guarda ignorándome dijo con un tono despectivo “No soy un puesto de información” “¡Que guacho!” pensé yo, pero me aleje del tipo sin decir nada… quería sacar fotos, pero no quería pasar por turista. Aunque mi bolso, mi mochilota, mi gorra de pescar, y mi camisa floreada no ayudaron en nada.
¡Encontré el puesto de Información! Me acerqué a este y le pregunté cual tren debería tomar para ir a Moorpark, el señor me dijo que no hay trenes que van a Moorpark los domingos. Le pregunte si había algo que me llevara ahí, pero el me contesto con una negativa.
Y ahí me quede, sentado en un banco en la estación central de trenes en el centro de Los Ángeles. Sin saber a donde ir. No quería salir de la estación o tomar un colectivo por miedo a perderme. Vi demasiadas películas donde historias como estas terminan en tragedia.
Mientras espera y pensaba que hacer, escuchó unos gritos en un idioma que sonaba como ingles, pero con el acento o dialecto de una mujer afro-americana.
Ella parecía obesa, tenia un montón de maquillaje y una blusa de leopardo. Ella le estaba gritando a lo que creo yo era su novio. Él era alto, musculoso y llevaba una musculosa blanca.
Ella dijo un montón de malas palabras, algunas de las cuales no entendí. Ellos estaban justo al lado mió.
Los gritos se hicieron mas fuertes, y gente se empezó a amontonar cuando el tipo la empuja contra los asientos donde yo estaba sentado.
Yo estaba aterrado. Una mujer me agarro del brazo y me saco del medio del tumulto diciéndome “¿Estas loco? ¡Salí de ahí!”, todo paso tan rápido que yo todavía no entendía nada.
Un poco enojado ya, volví al puesto de información para preguntarle si había algo que me llevara al menos cerca de la ciudad de Moorpark.
Esta vez era una mina la que me atendió. Ella me dijo de muy mala onda, que debía tomarme el subte y bajarme en la primera estación (Luna), y tomarme un colectivo que me llevaría a San Fernado Valley, y que eso era lo mas cerca que podía ir de mis destino.
Subí al subte y le pregunte al conductor del subte que justo estaba subiendo si este coche iba a Luna. El dijo no saber. Así que le pregunte a una anciana que estaba sentada enfrente mío. ella me confirmo que estaba yendo en la dirección correcta.
El tren estaba lleno de afro-americanos que parecían de pandillas. Una mina con una campera gigante y un pañuelo en la cabeza. Otro tipo tenia una pelota de básquetbol y la hacia picar en el pasillo.
No vi ni una persona blanca.
Cuando me baje en la primera estación el conductor abrió su ventanilla y me llamo. Yo me acerque con desconfianza.
El chofer me pregunto a donde me dirigía. Yo le explique lo que me habían dicho que haga, el un poco enojado me dijo que suba devuelta al subte y que vaya hasta el final del recorrido, que era West Hollywood, y que de ahí iba a estar mas cerca de mi destino que ir a San Fernando.
Luego me reto porque iba a ir en una zona muy peligrosa. Y dijo: “De la forma que estas vestido, te iban a comer vivo”
El chofer hablaba con un acento medio indio, pero con un perfecto ingles. Su piel era oscura, parecía que tenia ojeras bien grandes, pero esa es una de las características de los procedentes de India.
El me dijo que me sentara en el primer asiento y que antes de bajar, le hablara.
La mexicana se bajo pronto, ya no tenia a nadie a quien hablar. En una estación un señor medio raro se sentó al lado mió. Me pareció extraño que se sentara al lado mío, ya que mi bolso y mi mochilota estaban en el camino.
Para sentarse tuvo que saltar mi bolso, esquivar mi mochila y hacerme levantar. Pero después entendí, este saco una botella de alcohol y empesga tomar tragos a escondidas.
En frente mío estaba el chico que estaba picando la pelota. Del otro lado había otro tipo de color con un montón de bolsas de supermercado. Él estaba hablando con una anciana que estaba sentada en frente de l y con unas s chicas también de color que tenían pantalones y camperas gigantes.
No teniendo nada que hacer, me puse a escuchar la conversación:
Pibe de las bolsas, _ “¿Qué hace una señora como usted en un lugar como este?”
Anciana: _“Viajando”
Mina (de ropa gigante) _”Usted debería estar en casa, este lugar no es para señoritas como usted”. La anciana se ríe
Pibe de las bolsas: _“Donde es casa?
Anciana: _“No tengo casa… me quedo a donde puedo”
Al final del recorrido (60 minutos después) el chofer me acompaño hasta la salida y me dijo que me tomara el Metro, que era un colectivo bien largo que iba por una ruta exclusivamente para este.
El conductor fue muy amable, su nombre era Atar. Si no hubiera sido por el, yo estaría caminado quien sabe donde.
El colectivo era bien largo, y tenia televisores adentro!!!
El recorrido tomo otros 45 minutos, pero ya estaba por llegar! En la ultimas horas cruce toda la ciudad de Los Ángeles usando las principales formas de transporte publico.
Y no miento cuando digo que fue una larga aventura.